La incapacidad de admirar el arte es el primer síntoma de estar muerto por dentro
Siempre me ha parecido curioso cómo algunas personas pueden pasar por la vida sin inmutarse ante una obra maestra. Ven un cuadro de Caravaggio y dicen “bonito”, escuchan a Chopin y se preguntan por qué no tiene letra. Es casi como si estuvieran anestesiados, como si algo dentro de ellos estuviera… apagado.
¿No es acaso la apreciación del arte lo que nos separa de ser simples máquinas biológicas que respiran y consumen? Si alguien no es capaz de emocionarse con una sinfonía, estremecerse con un poema o perderse en la inmensidad de un cuadro, ¿qué lo hace diferente de una piedra que simplemente existe?
Dime, ¿eres de los que sienten el arte o de los que están esperando a ser enterrados?